Fotografía de Fiston Wasanga/CIFOR. cifor.org forestsnews.cifor.org
En el marco del 19° Congreso Nacional de la Infraestructura en Cartagena, se lanzó la iniciativa “Infraestructura como motor de desarrollo sostenible” que articula a las empresas líderes del sector como Odinsa, Corficolombiana e ISA, jugadores del sector financiero como Bancolombia, Macquarie y John Laing, entidades de gobierno como el Ministerio de Transporte y la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), y organizaciones multilaterales, bajo la coordinación del Centro Regional de Finanzas Sostenibles (CFS) de la Universidad de los Andes.
De igual manera contará con el apoyo de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI) para socializar avances de la investigación y fomentar la capacitación para los diversos grupos de interés del sector. Esta iniciativa tiene el objetivo de impulsar la infraestructura como un sector clave para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda de acción climática del país, garantizando así una infraestructura que sirva a las personas y al planeta.
Por otro lado, la infraestructura es un sector con importantes contribuciones al crecimiento PIB en Colombia (19,8% en 2021), generación de empleo (1,2 millones de empleos a 2019), y el potencial de ser líder en la promoción de asuntos clave para la industria como la acción climática, la economía circular, la gobernanza, y la inclusión y generación de valor compartido con comunidades y grupos de interés.
Colombia es uno de los países que aún tiene mucho desarrollo en infraestructura por delante, y, en consecuencia, una gran oportunidad de redefinir el sector como un motor de desarrollo sostenible e inclusivo. Actualmente, según el BID, la infraestructura a nivel global presenta altas tasas de emisión de gases efecto invernadero por cuenta de los materiales que utiliza y los usuarios que la transitan; además, es un sector que contribuye a la generación de residuos de construcción y demolición, uso de recursos naturales como materias primas vírgenes, agua, y posibles impactos a la conectividad de la biodiversidad y a las comunidades locales, entre otros. Además, recientes daños a la infraestructura han evidenciado la falta de resiliencia de las construcciones frente a los fenómenos derivados del cambio climático, aunado al impacto desproporcionado de las poblaciones vulnerables que sufren grandes pérdidas por causa de desastres naturales y de la variabilidad climática.
A partir de este contexto, el Centro Regional de Finanzas Sostenibles (CFS) de Uniandes, junto con los aliados mencionados del sector privado, financiero y gobierno, ha impulsado una iniciativa integral con 3 principales componentes asociados a (i) redefinir el activo de infraestructura hacia uno que contribuya con un desarrollo sostenible bajo en carbono e incluyente; (ii) financiar la infraestructura sostenible a través de mecanismos innovadores de las finanzas verdes, y; (iii) generar formación y capacidades en actores clave público, privados para implementar prácticas, tecnologías y modelos sostenibles en el sector y diseñar reglas de juego que promuevan e incentiven la sostenibilidad.
Gracias al compromiso de los primeros aliados de la iniciativa, a partir de diciembre de 2022 se iniciará con el primer componente que consiste en la redefinición del activo de infraestructura a partir de ajustes al marco regulatorio, estándares en resiliencia, circularidad e inclusividad, y una revisión y adaptación de las certificaciones (labels) existentes a nivel global para definir qué se considera infraestructura sostenible y generar mejor información a los inversionistas interesados en financiar este tipo de activos.
Esta iniciativa apuesta por un cambio de paradigma desde la sostenibilidad como un sobrecosto relacionado a la gestión de riesgos, hacia una aproximación en donde la sostenibilidad se convierta en una fuente de valor para el negocio, para la sociedad y el medio ambiente; incluso transitando hacia una lógica regenerativa de mejorar el entorno y la sociedad.